20 aniversario de ozestudi.

Hace veinte años, por estas mismas fechas de otoño, cuatro jóvenes estudiantes de diseño industrial, diseño gráfico y escultura, soñaban con realizar de forma independiente proyectos bajo una marca propia. En estos fríos días de finales de otoño, hace ahora veinte años, nacía ozestudi.

Dos décadas ininterrumpidas que hemos llenado de proyectos. Mejores o peores pero siempre con un diseño particular basado en una forma propia de ver y entender el diseño. El diseño de entonces y el de ahora porque cambian los tiempos pero las necesidades y los anhelos siguen siendo los mismos, o muy parecidos.

Ni un solo momento, de los 7.300 días aproximadamente que hemos dedicado al diseño, hemos olvidado que proyectamos para las personas a través de la industria y que, a pesar del afán por acelerar el tiempo, éstas tienen su propio ritmo. Los seres humanos necesitamos comprender el mundo que nos rodea y eso, por muy diseñadores que seamos, nos obliga a proponer soluciones que, aun siendo innovadoras, tienen que ser prudentes, entendibles y procesables en un determinado tiempo. El hombre y el diseño van siempre acompasados, sometidos a condicionantes que han de permitir dibujar el mejor futuro.

Cuatro ubicaciones distintas, cinco cambios de equipo y todos los días tristes que desgraciadamente también hemos vivido, no han podido acabar con un sueño llamado ozestudi. Y nos alegramos mucho de haberlo hecho una realidad, tanto los que quedamos de aquel entonces y los que han emprendido otros caminos como los que hoy aportan nuevas y renovadas energías e ideas al estudio.

Hemos aprendido mucho –muchísimo- de clientes, proveedores, colegas, compañeros y amigos de los que no podemos estar más agradecidos. ozestudi nos ha hecho madurar, crecer, ser mejores personas y tener más capacidad de crítica ante la vida.

Es muy sincero decir que seguimos sorprendiéndonos de todo lo que hemos logrado sabiendo tan poco. Para nosotros el diseño sigue siendo un libro por escribir, aunque a diferencia de muchos otros que hoy especulan tanto con nuestra profesión, nosotros sabemos qué libro es y palabra a palabra, proyecto a proyecto, seguimos desvelando su argumento.

Cumplir años nos ha teñido el pelo de blanco al compás de cada uno de los proyectos realizados y sus problemas (que siempre existen ) pero también nos ha dado mucho. Una veintena de años dedicados al diseño es un tiempo, más que suficiente, para avalar un trabajo hecho con rigor y cariño que tenemos pleno derecho de reivindicar –y disfrutar- más allá de la incorrección política que supone ser la abuela de uno mismo.

Veinte años… Diseñar no es fácil, nada fácil. Llevar a cabo un proyecto y su gestión, desde la idea inicial hasta su planteamiento y posterior fabricación y lanzamiento al mercado, siendo responsables de cada una de las etapas así como de la realización de la totalidad de la documentación e información que lo compone, como puede entenderse, es complejo. Y si le sumamos el salto mortal con doble tirabuzón en barrena que supone multiplicar simultáneamente esta labor porque nunca hemos trabajado en un único proyecto, lo es aun más. Pero eso es diseñar y este ha sido nuestro compromiso y nuestra responsabilidad con el diseño y nos ha curtido, vaya que si nos ha curtido. Nos hemos divertido, hemos aprendido y seguimos aprendiendo y esto tiene un valor incalculable. Tiene un valor tal, que ya ha merecido la pena hacerlo y al reconocerlo, todo lo vivido y las decisiones tomadas tienen sentido. Sin duda cometeríamos, veinte años después, los mismos errores.

Ahora tenemos bastante claro lo qué es diseñar y nos sentimos también enormemente agradecidos de que muchos de vosotros compartáis hoy parte de nuestra visión y pensamiento porque eso hace Diseño más allá de diseñar: Hace un Diseño para todos.

Un abrazo y muchas gracias por ser y estar.